6.10.11

**No me olvides**




Ay, mis zorrillas, tan astutas lechuzas, tantas de nosotras aún confiando en sus dislates románticos y menospreciando a los que nos insultan, tal cual... Equivocadas, erradas en nuestro pensar, nada zorras, por lo tanto, y ahí está él, el juez del Olmo, leño seco en mujeres, para recordarnos que los hombres no nos agreden verbalmente, no pueden, porque el lenguaje no es más que interpretación, malvada, a veces. Mentes desvariadas las nuestras, cabezas sucias, mirada tan poco atenta, entiendo, gracias a él.
Si ese mosquito, que tanto te quiere, demuestra su amor con un zumbido de su boca, tipo “zorra”, agarra su lengua marchita con mordisquitos de pasión. La metáfora es su lenguaje, el símbolo de su amor es su verbo. Que te quiere mandar al cementerio en caja de pino... no me digas que no es romántico su gesto: realzando tu cuerpo en madera para la eternidad. Es un lujo la polisemia masculina. Hijas, madres, novias, abuelas y hermanas tan zorras y tan suyas, siempre.
No entendemos las buenas voluntades de nuestros cabronazos (‘experimentados y astutos’). No son artimañas de conquista sus mensajes (qué daño ha hecho el whatsapp) de madrugada, sus incomprensibles “no me olvides”, cuando siempre lo olvidaste, sus “siempre te querré y la vida nos debe otra oportunidad”, sus “me has embrujado”, “nos vamos a ver mucho”... Ah, no, no, corazón, no es necesario que a mí me mientas en nada.
¡Calla, apenas hables!

1 comentario:

LA LECHUZA dijo...

Ja, ¡¡a ver quién es la guapa que lo olvida!!

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
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