22.2.08

**Ellos, ¿buenos conductores?**


Reír para no morir, corazón. Qué sería de mis ojos de lechucita si no pudiera sorprenderme, cada madrugada, con las hazañas de esos hombres, tan hábiles ellos, tan gráciles y sofisticados. Y, para muestra, nuestro amigo.

Si ellos desean y adoran a su coche por encima de todas las cosas; más, incluso, que al fútbol, qué podemos pensar del valiente que ha confundido las escalinatas con un aparcamiento privado: Su mujer, contenta, ¿no?

El pobre, toda la vida pensando que era un todoterreno... y se quedó ahí, esperando, ni ‘pa’lante’ ni ‘pa’tras’, cual Penélope. Viva el macho ibérico español, ole y ole.

En una página dedicada preferentemente a la belleza femenina, muy monas ellas, ya era hora de encontrar un lugar para el ‘desahogo’, para palabras y fotos..., espero vuestros correos, con sus gracias y las nuestras.

“Hay mujeres veneno, mujeres imán, hay mujeres consuelo, mujeres puñal...”, que cantara Sabina. ¿Cuál elegir ser?

Una lechuza surge del cisne, de la poesía.

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
masdeseisosiete