6.3.09

**Una dama del amor**


¿Por quién suspiras, princesa? ¿Quieres oír un “me gustas”, un “no me olvides”? Párate, piensa, escucha… ¿Lo oyes? La vida te contempla y te sonríe. ¿Lo notas?
Tienes un corazón guardado, aún, esperando disfrutar sin pensar en la mañana, la semana, el año… Tus labios no caducan, brillan ante los placeres, conservan tu serenidad, tu belleza y se crecen de más juventud.
Y eres ave soñadora, de esas que admiran lo semejante, lo similar, lo homogéneo… de esas que buscan en el nido su cuidado y sustento. Pero los sueños, sueños son, y no te permiten ver lo que se esconde detrás de tu refugio y te conducen a un retiro ya caduco. Y quieres bailar, y te paras; y quieres éxtasis, ternura, calor; y regalas tu mantita a quien sabes que no te merece.
Eres tierna, suave, delicada y encendida, ardiente y delirante. Crees que has salido derrotada, pero yo creo que has ganado batallas que tú hiciste nobles. Te crees triste, pero ¿de verdad lo eres? Mira y observa.

Siempre serás una dama del amor.

**Amor sin caricias**


Hay sábanas vacías que huelen a humedad, a serenidad y templanza, pero que sueñan con mensajes guardados, con besos recogidos ante la gélida despedida del amor. Y, así, se enfrían los consuelos, las promesas, la maternidad…
Pero tú, amiga, no te has olvidado ni de mirar ni de tocar. No necesitas mentes impedidas por el trabajo, no necesitas cuadrículas ni facturación, ni coches, ni viajar, ni esperar… Siente, llora, exhala, destila gemidos, besos. No guardes galanteos para otras manos, ignora lo que ya pasó, sabes que no vuelve, y recréate en lo que vendrá o ya ha venido.
Eres mujer para pensar y querer, que quiere y suspira, que necesita bendiciones. Eres mujer de antes y ahora, de un orgullo y una belleza que ambiciona atenciones.

Es fecundo tu nombre y yermo tu olvido.

**Infinito amor**


No existe el tiempo para el diferente, no existen las distancias para el que solo entiende de piel, de caricias, de besos. El reloj se detiene en cada segundo vivido, en las sonrisas ganadas, en las noches de olvidos y recuerdos. En los momentos de amigos, de cartas, tal vez, sueños...
No existen frases hechas ni historias de amor marcadas, pues hay personas que entienden que lo importante es asir un presente que no existe porque se escapa, el ahora, el tal vez mañana. Un mañana que hace infinito el amor y fascina por su equilibrio, por su tenacidad, por su paciencia.
Un mañana que compensa con noches de impasibles despertares y con comidas de timidez encarnada.
Un presente de sensualidad encontrada, un hoy de pasiones robustas, de músculos para vivir, para rozar, para sentir.
Sabes que lo que tú tienes queda, que tu huella es sutil, que tu mirada quiebra el camino de quien se esconde en la oscuridad.
“Se hace camino al andar”

**Alocado amor**


Cinco horas, cinco años, cinco amigas, cinco siglos no son suficientes para apartarte de la lujuria, del desenfreno del todo o nada, del amor de llaves y bodegas, del momento....
Y el momento pasa, y quedan espinas, rozaduras y agujetas profundas, que no cierran las ganas de seguir viviendo la soledad del que nunca está solo, porque tiene noches de frío pero días de calor, de cafés, de té... de amigas, de maridos, de conciertos y reuniones. De juegos de damas.
Dueña de un corazón gratuito, de un pecho altivo por lo que esconde, de un cariño maternal y una cocina soltera.
Curvas prohibidas, labios de carne y verdad, que tiemblan por lo que ocultan.
Labios que muerden el alma y arrastran dioses del cielo, ojos que brillan ante el perfume de la luna, oídos para el trabajo y para más que el vino.
Vicio, apetito, deleite de sensualidad... mezclados con la paciencia y el disimulo del tiempo, ahogados por la ternura y las palabras, consumidos por la desazón, la confusión y el interés. Solo unos pies descalzos te tatuaron esas alas que siguen mirando al cielo.

Tú quieres, tú puedes.

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
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