22.3.12

**Elige si habla o actúa**

No conozco lechuza que no desee que llegue de otros mares, o de estos ríos, un marinero que te hable. Que con su gorrita, arpón y listas azules te atrape entre redes de cuerpos y versos. Mas esta vida está pensada para enloquecernos con esto de no poder juntar mitades perfectas, por no haber, no se han hecho ni cuartos normalitos y así nos quedamos, sin campanadas ni multiplicación de los peces pam, pam, pam. Enteritas perfectas, eso sí, pero sin ver el mar desde su ventana. Y no es que una, espabilada como soy, esté pensando en esas de naranja de cuyo gusto solo queda el ácido cuando se han ido. Más bien, me pregunto por qué no se nos cruza un lechuzo de esos completitos, tampoco pido tanto: solo que hable y actúe. Es lo que siempre digo: menos palabras, palabras, palabras y más tirilili.
¿Dónde estará la virtud? Los que son magos en eso de tomar y coger; llegan, manejan sin comentar y no exigen de sentimientos, conversaciones, juramentos o amores... y nos regalan una vida silente y tranquila. No inquietan, es cierto, pero el silencio no arropa en invierno y yo, discúlpenme, tengo frío. Te faltarán discusiones, piques, reconciliaciones y te sobrarán lucimientos. ¿Merecerá la pena ese lechuzo vacío que llena un espacio más que otro? Na, esto no suele durar, por mucho que frote y refrote, ¿no?
Luego están los que saben de flores, promesas, tequieros, los que hurgan y te colocan a fuerza de adjetivos. Bla, bla, bla. Más sequía, ¡vaya año!, nos regalarán las orejas, sí, nos pintaran, pero no derramaran ni una gota de cuerpo. Días bellos, delicados y preguntas. Excesos con agobios y carencias en caminos ondulados. ¡ole el parloteo!
Dónde están los completos, si no pedimos tanto...

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
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