4.12.08

**Dejad marcada mi piel**


Pensaréis que es algo estúpido, que el espíritu de Nancy Sinatra o el típico carácter femenino están empezando a invadir este apolillado corazón, ay. Y es que hoy me siento con ganas de confiar, de creer en mis melosos lechucitos: sí, sí, aún pueden cambiar, incluso aprender, mejorar… Venga, chicas, un empujoncito.
A ver, pequeños pajarillos, está muy bien el apasionamiento, el calentón, el achuchón rápido y preciso, pero no, no, a nosotras no nos gustan las líneas rectas, preferimos las curvas, los caminos lentos, enrevesados… el tiempo preciso, las caricias que dejen borrada la piel. Y no hablo de esas infantiles marquitas con las que algunos van rotulando los cuerpos y cuellos ajenos, hay cada inmaduro suelto… ja, ja, ja.
Mis lóbulos, cada una de las fisuras de mi envoltura, mis pliegues y terminaciones, nuestro cuerpo… es suave, pero complejo, delicado, no hay que frotarlo, el genio está fuera, lechucitos.
Sí, arrancar la ropa, romper cremalleras, resquebrajar lanas, linos y algodones tiene su punto, pero ni los botones ni los broches son rompecabezas, ¡un poquito de lucidez, por favor!
Seducidnos, fuera calcetines, bienvenida elegancia en el desvestir, hacednos imaginar que queda más; hacednos ceder, padecer, desesperar…
Vale, habéis visto miles, cientos de escenas cargaditas de eso que confundís con sensualidad, mas, lástima, ni silicona, ni perrita, ni muñequita, ni raíces negras que escondan mi mente rubia… ¡Corten! Bienvenidos a la realidad.
Y no, no os disculpéis, eso no es normal, ese pequeño plastiquito molesta, incomoda, pero ni baja, ni sube, ni agranda, ni empequeñece. No es mamá, y no podéis esconderos detrás.
Conozco muchos nombres sin camino y sé que, si ríen, solo un poquito, tal vez puedan olvidar las noches sin respuesta, las mañanas rotas y quizá, así, el tiempo de romances vuelva.

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
masdeseisosiete