
Morenazo de miradas azules, labios carnosos y cuerpo del deseo..., solo puede ser Jaime Cantizano (si conocen alguno más con semejante currículum, me lo mandan, yo pago el franqueo). Un rumor pregonaba sus nupcias con el rudo futbolista Javi Navarro; otro, que estaba enamorado del presentador de El Buscador; que si este verano buscó sombra al resguardo del triunfito Fran Dieli, que si... ¡No nos van a dejar ninguno!
No espero cruzármelo en el súper, ni hacerle el desayuno, ni compartir sus cremas... pero, al menos, ¡qué me dejen soñar! No sé si os pasará, lechucitas, que, cuando la vida nos agasaja los ojos con hombres alejados de la norma, siempre aparecen otros, más ajustados al prototipo masculino, que deslizan la sentencia famosa “ah, seguro que es gay”, ja. Antes, nuestros “galanes” nos conquistaban con bombones, ahora, como no pueden competir, prefieren hipnotizarnos con la exclusividad de su porte masculino. Ay, Cantizano, danos chocolate, que nos gusta amargo.
No espero cruzármelo en el súper, ni hacerle el desayuno, ni compartir sus cremas... pero, al menos, ¡qué me dejen soñar! No sé si os pasará, lechucitas, que, cuando la vida nos agasaja los ojos con hombres alejados de la norma, siempre aparecen otros, más ajustados al prototipo masculino, que deslizan la sentencia famosa “ah, seguro que es gay”, ja. Antes, nuestros “galanes” nos conquistaban con bombones, ahora, como no pueden competir, prefieren hipnotizarnos con la exclusividad de su porte masculino. Ay, Cantizano, danos chocolate, que nos gusta amargo.