16.1.09

**Escapa del frío corazón**


Ni el chocolatito caliente ni los caldos de la abuela nos protegen contra este frío que me tiene tiritando el alma. Y yo, como delicada avecilla terrenal, ando preocupada por insuflar calorcito a vuestros cuerpos, que de lo celestial ya se ocupen otros...
Para abrigar la piel: cremas nutritivas, bufandas de lana, mantitas del amor... aunque el Lechuzo de la Posada del Duero, sensible a la amistad y diablillo tentador, cree más en las bondades de una buena cena y un precursor vino blanco y, así, anda repartiendo regalos que llaman a perderse antes de primavera. Y, visto de este modo, todo se puede estudiar... Pues, si el verano, con el aumento de la testosterona, la liberación de endorfinas, el ejercicio y el sol, entonaba nuestros deseos, qué hacemos ahora ¿desperdiciamos tanta oscuridad, sorpresa y desinhibición de veladas revoltosas? Ay, no.
Hasta la más impasible de las lechuzas añora cenas prometidas y rechaza cines concurridos en pos de arrumacos más despejados. Y, siguiendo su ejemplo, no hay lechuza que no solicite temperaturas gélidas en la calle que concedan calorcito nocturno en las mejillas. Y es que el verano se ha hecho para el disfrute y para probar y probar hasta encontrar el producto que te arrope de rutina y leña durante el invierno. ¡Viva el dvd, los conejitos de la wii, los vecinos y las olas de frío siberianas!
Y si la crisis no te deja ni para calefacción, cómprate una casa en Casaseca, deja crecer la maleza y prepárate para la caza mayor del hombre de hielo.
Y con la ola tu amor llegó a mi vida, y con la ola...

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
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