27.3.09

**El día de la novia**


El próximo domingo 5 de abril se celebra, en muchos países de América latina, el llamado “Día de la novia”. Y es que nuestros hermanos del otro lado, que son muy formales y algo antiguos, la verdad, glorifican a las “novias” oficiales, a esas del compromiso, petición de mano, declaraciones y boda. Y yo creo que podíamos traernos, cual chocolate, esta tradición tan cursi y trasnochada, pues entiendo que, tal y como van las cosas, en unos años, cualquier lechucita en la que no surja urticaria ante la palabra “boda” será declarada bien de interés público. Por supuesto, estamos copiando todas las esencias inherentes a nuestros lechuzos: hablar bien, no fumar, nada de alcohol y el apego al compromiso.
Por ahora, sobreviven algunas de esas románticas, de esas que se ilusionan con un buen marido, que de novios, ya se sabe... no hay ni uno bueno. Y yo las admiro tanto, que no hay regalo que las pueda compensar por tanta paciencia, por tanto orgullo, por tanto saber callar... Vamos a celebrar este día, pero el regalo, de amigas a novias, que tendremos que compensarlas de lo poco que las libramos y lo mucho que nos dan.
Las lechucitas voladoras somos las que huimos, “lo que quea”, las de viajes, compras, amigos y fiestas, las tías... Y no se crean, no somos malas chicas, pues nosotras sí que sabemos callar, por qué si no... que sería de las novias y su pretendida ceguera. ¡Ánimo, amigas!

23.3.09

**La crisis del amor**


En época de negras perspectivas, una pensaba que nada mejor que darse al más barato de los placeres, e imaginaba que, con esta hermosa primavera, no habría depresión que pudiera con las “ganas” de nuestros tiernos lechucitos. Y nos las prometíamos tan felices... porque ¡Qué bonito es el amor, más que nunca en primavera! Calorcito, este aire que nos vuelve locos, tanta luz, flores y... azúcaaar. Suponía hasta un nuevo boom de la natalidad, total, para lo que nos echan por la tele...
Jorge Manrique nos igualó en la muerte, en el dolor, en la soledad de esa tierra tan fría, pero, en realidad, el cuerpo ya nos une antes, en la lascivia, en la sensualidad, en un mismo goce; pobres o ricos, guapos, flacos, calvos o tontitos, todos adictos al erotismo y al amor (o cómo lo quieran llamar).
Pero, llegó la crisis y ni ese consuelo nos queda, ya ni cama, ni lavadora, ni centrifugadora se respetan. Uno, dos, tres, cuatro... seis meses y el estrés, la inseguridad, la ansiedad provocan, pero solo insomnio, cansancio, falta de apetito, irritabilidad y tristeza, y no hay guapo que se levante ante esto.
Los especialistas advierten que los más afectados por el bajón serán los varones de entre 35 a 40 años, ¡lo que les faltaba! Lástima, nos obligan a buscarlos jovencitos, qué le vamos a hacer.
¡Venga, chicos, ánimo, arribaaaa! ¡Qué no se diga que estos culitos pasan hambre! Sigo creyendo en vosotros, ¿o no?
¡Abajo los tristes y viva el amor!

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
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