13.12.09

**Nochesnuevas meonas**


Una, dos, tres... ¿gominolas? Qué gusto endulzar la nochevieja o noche universitaria o... bueno, alegrar una noche de jueves. Incluso con la polémica del botellón, de si el opio de los jóvenes es alcohol, cerebro que Salamanca, por una vez, haya tenido que mirarnos de reojillo, aunque voto por una próxima "nochenueva" propia: ¿doce garrapiñadas?, quién dijo miedo: ¿sugus?
Nombrar a Zamora capital del "don de la Ebriedad" colectiva es tan cruel como pretender que los lechuzos solo sudan por sexo o que los viajes a Cuba son tan culturales que animan al simple "entendimiento" entre pueblos; hay cada mal pensado...
Evidente es que los pipiolos españoles asocian diversión con consumir, alcohol en el mejor de los casos: un legado cultural sin edad, que hace nación; pues, a mí, explíquenme la diferencia entre las “cenas de empresa”, la celebración de eurocopas o champions, bodas, bautizos, cumpleaños de gente de toda edad o condición... ¡Ay, alcohol, divino tesoro de los 50, 40, 30, 20...!
Y tan emborrachinados y felices, toca orinar, mear o miccionar, eso va en gustos, que, en una ciudad con tanta muralla... las piedras son tentación de vejigas débiles y mentes prostáticas.
Lechuzas son pocas las que caen en el pis del placer y sus posaderas son un lujo solo al alcance de la oscuridad y de callejones varios, mientras los lechuzos parece que beben deseando que el cuco salga al aire con el tacto del propio cariño. Pensarán que el encierro arruga y deja olor a rancio o que el líquido elemento caduca.
Jueves universitario, viernes de orines. Zamora, ciudad de piedras y esquinas inolvidables, ¡bébete el Duero y mea en el románico!

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
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