3.5.12

**Decir amigo**


Si nos metemos en el mundo de las relaciones, un espacio del que uno sale chutado a lo grande, eso de decir amigo... suena más a mono de irrealidad. ¿Se puede mantener la amistad tras la ruptura? ¿Te puedes tomar un par de vinos, contarle penas y amoríos a un ex? ¿Dirás bondades de su nueva barbie de supermercado?
El fusil se carga tras el adiós y cualquier pequeño roce puede desatar una bomba que no se autodestruirá sin un estallido de recuerdos, de vuelta a lo mismo, de celos de la propia y actual o de tristeza y olor a cuernos. Y, tal y como está la cosilla del fisco, políticos y dineros, mejor que nos expropien nuestros odios y nos dejen los vientres tranquilos.
¿Y esto sucede porque fuimos amigos?, ¿porque nos amamos?, ¿porque nos conocimos o porque lo oculto se nos aparece después de? Egoísmo puro, graciosa ceguera, maquinaria cerebral para evitar el sufrimiento de perder lo que creímos nuestro.
Y quien dice amante dice amigo, tal cual os lo cuento, no en el toqueteo, pero sí en la huida. Todos nos utilizamos, todos requerimos cariños y sacamos de cada uno lo que nos da vida, consuelo o calorcito... solo queda entender que algunos levantarán el vuelo antes y otros nunca nos dejarán. Y no es ni bueno ni malo, ni unos mejores o peores. Cada cual cumple su función: tú volarás por mi vida y será bueno; tú no solo pasarás, te quedarás entre mis rejas, y más te vale que seas bueno, porque tenemos que hablar de muchas cosas...
Mil veces conoceremos, espero, caritas y serranos, cuerpos y tallas, malos bichos y uno o dos amores, tres, cuatro, como mucho, seis compañeros de vida y muchos amigos, colegas, conocidos y ex, y será bueno. Pero, no nos engañemos, yo puedo ser tu amiga, corazón, porque soy sabia y madura (jajaja), pero hay tanto gilipollas fundador ahí fuera.

** LAS LECHUZAS PUBLICADAS **

 
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