
Luces, villancicos, nieve, tilín tilín, llega la Navidad... y las cenas de empresa. Peligro peligro. Y todo por el frío..., pobres maridos, novios y amigos, hay que entrar en calor e incita el remedio perfecto: la excitante alegría de un vino tinto. El resultado... ya sabemos: rutina de caza mayor y paciencia, mucha paciencia. ¡Cuántos amigos!
Siguiendo con las burdas rutinas de seducción, hace unas semanas me topé con el libro Sexcode, basado en las enseñanzas de un grupo de listillos que intentan abducir a los pobres lechuzos descarriados que han perdido la confianza en sus propias, escasas o nulas habilidades amatorias.
Según estos científicos del amor, con una serie de ejercicios y cuidando el aspecto exterior, cualquier TB (tía buena) puede caer rendida ante un fracasado que se haga pasar por un macho alfa, es decir, el líder del grupo. Y como nosotras somos tontas...
Su primer consejo parte de entender que las mujeres funcionamos como semáforos y, en cambio, los machitos son un interruptor. Así, tendrán que visualizar si estamos en “para”, “ya veremos si pasas” o “abierta a cualquier propuesta”. Mientras, ellos se encienden con un simple juego de dedos: clic, clac (no se valoran mucho, no).
Nuestro ingenuo juego de lucecitas lleva más trabajo, pero la forma de ponernos verdes es sencilla: primero, no mostrar interés si la TB no lo sugiere antes. Otro punto importante será dejar ver que el resto de la manada se siente muy atraído por él. Quedando, tan solo, desafiar la inteligencia femenina con el reto del “ahora frío, ahora calor”.
Sigo prefiriendo la gente de verdad y tropezarme con la sinceridad de un buen vino.
4 comentarios:
Quería decirte querida y añorada Lechuza que muchas de vosotras por estas fechas estáis siempre con el semáforo en verde, es decir, que sois bastantes faciloncillas, uno puede ir con dos copas de más, caliente, cachondo (es nuestro estado natural los 12 meses del año)pero algunas de vosotras madre mía, parecen que salen también de caza con rifle y se destapan como auténticas vampiresas, como si nunca hubieran mordido un cuello porque vaya marquitas dejan...en fin, que viva la Navidad, el alcohol y todo tipo de caza, tanto de ellas como de ellos, que más da, lo importante es intentar ser feliz y punto y cada uno que lo intente a su manera...nadie es más pobre o más rico eticamente hablando por enrollarse con una o uno en Navidad, viva la libertad y mientras que todo sea consentido, viva la lujuria el sexo y la madre que os pario!!
Especialmente dedicado para mi Lechuza favorita : http://es.youtube.com/watch?v=lou2c2blh8g
Desde que se nos ha enamorado... este apostol se nos está subiendo al cielo de los ñoños y todo le parece bien, ahora nos permite hasta cazar con rifle, ay.
El problema es que somos lechuzas y los rifles nos gustan de lejos, eso es más de caza mayor, preferimos usar nuestra garras y atrapar al vuelo a pequeños y dulces ratoncillos desprevenidos. Es que los ciervos son más hermosos pero a ver qué hacemos luego con la cornamenta...
Sigo pensando que esto del amor te está transformando, querido lechuzo yeyé.
Ole, ole, ole.
¡Viva los gitanos, los cursis y las burbujas de champán!
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