
El portal “trivago.es” afirma que nuestros hombres son los europeos más celosos, sobre todo en vacaciones. Es lo que tienen las piscinas, la playita y las salidas nocturnas. Normal, llega el calor... y quién es la guapa que soporta al mismo insufrible de siempre; pudiendo deleitarse con efebos corpulentos, nuevos abrazos, besos infinitos... Hablando de besos, resulta que uno de cada cuatro españoles ha roto con su pareja por besar con poca habilidad. Ay; ya, ni eso. Tanta polémica con la Educación para la Ciudadanía, pero... y dónde están esos besos robados, dónde la provocación de unos labios, dónde las clases para practicar la hombría. Un 74% de las españolas nos morimos por besos lentos, de evocaciones sensuales y ojos cegados, y qué conseguimos: un apéndice sin control y exceso de lametazos. Maldita paciencia, siempre pensamos: pobre, ya cambiará, y esperamos que el tiempo haga que sus besos y sus promesas se vuelvan intensos y profundos. No os engañéis, amiguitas, no hay varita que consiga que un moscón se convierta en mariposa. Ya no existen besos mágicos y los príncipes se convierten en sapos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario