
No penséis mal, no, con lo de sanguijuelas no me refiero a esos babosos que acechan en los bares de copas, luciendo, como seña de identidad, y no sé por qué, una bufanda o pañuelo cual soga al cuello. Ay, lechucitas, tenían que inventar un bar en el que solo estuviera permitida la entrada de mujeres, algo así como lo que ocurre con la comida de la cofradía del Cristo de Valderrey. Y yo me sigo sorprendiendo con estas cosas... Rosa Valdeón, además de ser la principal representante de la ciudad, es mujer, un defecto como otro cualquiera, pobre. Josefa Chicote comparte esa incomodidad, ya se sabe... nos gusta ir de dos en dos a los sitios, pero, por lo menos, al baño nos dejan. Será cuestión de categorías... Lo de esos bichos repulsivos es por el secreto de belleza de Demi Moore. Si pensaban que no hay mejor botox que Ashton Kutcher, su pedazo marido, se equivocaban. A Demi le pierde que le chupen la sangre. Parece que hasta los invertebrados asquerosos tienen algo que ofrecer.
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